El Dr. Simó Schwartz Jr, jefe de grupo del CIBBIM Nanomedicina Direccionamiento y Liberación Farmacológica del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha liderado un proyecto de investigación para llevar a cabo la liberación farmacológica específica de anticuerpos dentro de células madre tumorales, las responsables de mantener los tumores y producir las metástasis.
En concreto, mediante micelas poliméricas han conseguido que anticuerpos dirigidos contra SMC2 -una proteína relacionada con la regulación de la transcripción y la proliferación tumoral- llegaran al interior célula con éxito, demostrando eficacia terapéutica. Los resultados se han publicado en la revista Pharmaceutics.
Uno de los principales problemas a la hora de tratar el cáncer es la capacidad de dirigir compuestos terapéuticos de manera específica al tumor. Se calcula que de cualquier fármaco, aproximadamente el 0,1% de la dosis inyectada llega al destino deseado, mientras que el resto es eliminado por el sistema inmunitario o llega a otras partes del cuerpo, generando importantes efectos secundarios, ya que en la mayoría de casos, los tratamientos no son específico para las células tumorales. “El problema es aún mayor si se quieren utilizar anticuerpos para inhibir dianas terapéuticas intracelulares para las que no tenemos fármacos disponibles, sobre todo, porque los anticuerpos por sí solos no tienen capacidad de penetrar en las células”, afirma el Dr. Schwartz Jr.
El complejo SMC2 está relacionado con la proliferación tumoral y la malignidad del cáncer. Varios estudios han demostrado que una mayor presencia de SMC2 en las células se correlaciona con una mayor progresión tumoral y aumento de la malignidad. Según el Dr. Schwart Jr “no hay ninguna molécula inhibidora de SMC2 efectiva, pero si que se dispone de anticuerpos que la pueden bloquearla, por tanto, la inhibición de SMC2 podía ser una buena estrategia contra el cáncer siempre que aseguráramos que los anticuerpos lleguen al núcleo y el citoplasma de la célula para poder hacerlo. Esta proteína parece ser especialmente relevante en células madre tumorales”.
Para solucionar este problema, los investigadores han desarrollado unas micelas poliméricas transportadoras de anticuerpos que pueden penetrar dentro de las células tumorales y liberar los anticuerpos al citoplasma. Los anticuerpos específicos identifican y bloquean la función de SMC2, consiguiendo una reducción de la proliferación tumoral y una reducción en el número de células madre tumorales muy importante. Estos anticuerpos van encapsulados en una nanopartícula polimérica, una nanomedicina de unos 150nm que permite agrupar y proteger estos anticuerpos, permitiendo su efecto. El grupo del Dr. Schwartz Jr, ha podido también demostrar que la eficacia terapéutica del sistema es aún más importante en células madre tumorales, que son las responsables de la metástasis y presentan una gran resistencia a los fármacos tradicionales. Una eficacia que no se ve, cuando se administran directamente anticuerpos contra SMC2, que -sin encapsular- son totalmente inocuos.
“Este método de tratamiento puede ser el precursor de una nueva forma de generación de fármacos, donde se pueden utilizar encapsulamientos de anticuerpos para mejorar la eficacia y reducir la toxicidad y, por lo tanto, conseguir mejores resultados, inhibiendo dianas intracelulares muy importantes para la supervivencia de los tumores y contra las cuales, no tenemos alternativa terapéutica”, afirma el Dr. Schwartz Jr. El mismo estudio ha comparado la eficiencia del tratamiento con la nanomedicina en relación a fármacos comerciales frecuentemente utilizados en la práctica clínica, demostrando mejoras significativas en los tratamientos cuando los fármacos se co-encapsulaban a la vez en las micelas con los anticuerpos. Actualmente se está estudiando también terapias combinadas, donde se utilizan los anticuerpos y las nanopartículas junto con otros elementos activos.
Fuente: VHIR