Investigadores del Hospital Nacional de Parapléjicos y del CSIC han diseñado dispositivos de cultivo basados en óxidos de grafeno capaces de mantener la actividad de las células mieloide in vitro.
El uso de nanomateriales de grafeno habilita la posibilidad de desarrollar nuevas opciones terapéuticas para el futuro diseño de posibles terapias celulares en esclerosis múltiple, según ha desarrollado un equipo de investigadores del laboratorio de Neuroinmuno-Reparación del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, y del Instituto de Ciencias de Materiales del CSIC.
Diego Clemente López, investigador principal del Laboratorio de Neuroinmuno-Reparación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, explica que las células mieloides supresoras presentan un alto potencial terapéutico. Pues, estas son capaces de controlar la propia respuesta inflamatoria. Además, también pueden producir factores capaces de acelerar la maduración de las células encargadas de restaurar las lesiones de los pacientes. No obstante, al aislarse del organismo para cultivar en el laboratorio, “pierden su capacidad de regular la inflamación”.
La nanomedicina, un campo revolucionario para brindar innovadoras aplicaciones médicas
Por ello, según recoge Europa Press, el especialista explica que se encontraban en busca de “algún soporte que permitiese mantenerlas activas en cultivo de cara a su posible trasplante posterior”. Así, valorando que a lo largo de los últimos años la nanomedicina se ha posicionado como aliado de la innovación médica, el especialista, junto a Parapléjicos con el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC), diseñó unos dispositivos de cultivo basados en óxido de grafeno en los que se demuestra que se mantenía la actividad de las células mieloides supresoras in vitro.
Además, Concepción Serrano, investigadora del ICMM-CSIC y codirectora de la investigación, remarcó la versatilidad del óxido de grafeno como “otro de los aspectos relevantes de la investigación”. Este trabajo ha permitido demostrar cómo la modificación físico-química del óxido de grafeno puede ejercer efectos biológicos específicos y opuestos sobre las células mieloides supresoras. Según Serrano, estos nanomateriales permiten tanto mantener la viabilidad celular como inducir su muerte dependiendo del contexto experimental.
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