El proyecto de divulgación científica ‘Una cebra en el agua’, promovido por el grupo de investigación Acuigen, del Departamento de Genética de la Universidad de Santiago de Compostela, y en el que participaron estudiantes de 20 centros educativos de Galicia de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato (BAC), permitió que alg…
El proyecto de divulgación científica ‘Una cebra en el agua’, promovido por el grupo de investigación Acuigen, del Departamento de Genética de la Universidad de Santiago de Compostela, y en el que participaron estudiantes de 20 centros educativos de Galicia de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato (BAC), permitió que algunos de los/las participantes en este programa habían logrado reproducir dos generaciones de pescados cebra en el aula y habían diseñado experimentos para caracterizar nuevas líneas mutantes.
La catedrática de la Universidad de Santiago Laura Sánchez Piñón, que es la responsable del programa ‘Una cebra en el agua’, un proyecto financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) con el objetivo de divulgar la ciencia para así generar nuevas vocaciones científicas entre el estudantado de enseñanza secundaria, reseñó el éxito de esta iniciativa y la boa acogida que tuvo entre el alumnado de ESO y de BAC.
Sánchez Piñón señaló en este sentido que en las distintas visitas realizadas a los centros educativos que participaron en el programa ‘Una cebra en el agua’ con el esqueje de su conclusión, deparó sorpresas muy gratas, tal y como lo fueron los logros conseguidos por estudiantes del Colegio Fingoi, en el que el alumnado logró reproducir dos generaciones de pescados cebra, o en el C.P.I. San Sadurniño, que convirtió esta experiencia en un proyecto educativo de centro.
En el caso del C.P.I. San Sadurniño, añadió Sánchez Piñón, el proyecto ‘Una cebra en el agua’ contó con la participación de estudiantes de todos los niveles de enseñanza y de distintas áreas educativas: Lengua Española, Matemáticas, Física, Química, Tecnología … Este grado de implicación deparó incluso que los estudiantes de Tecnología habían llegado a fabricar comedores automáticos para los pescados, dijo Sánchez Piñón, que recordó que “en estas visitas pudimos apreciar el interés del alumnado por este tipo de enseñanza, fundamentalmente práctica, y en contacto con la investigación”.
El proyecto ‘Una cebra en el agua’, desarrollado a lo largo de los últimos ocho meses, hizo posible que muchos de los/las alumnos/las de los centros adheridos a este programa piloto, pero con visión de continuidad dentro de futuras convocatorias de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (Fecyt), habían visitado el laboratorio del pescado cebra en el campus de Lugo, en el que pudieron poner en práctica las técnicas de transgénesis y trasplantes que previamente habían aprendido en el simulador pedagógico.
Sánchez Piñón relató que el grupo de investigación Acuigen de laUSC, al que pertenece y cuya actividad científica si centra en laxenómica de pescados, sus aplicaciones a la acuicultura y en el empleo de organismos modelo aptos para aplicaciones y toxicología y biomedicina, contó con entidades colaboradoras para el desarrollo del proyecto ‘Una cebra en el agua’.
Esta investigadora agradeció así el apoyo obtenido de las empresas Inteligencia visual, una firma de base tecnológica que desarrolló el simulador pedagógico, Geneaqua, una spin-off de la USC que participó en este proyecto a través de un taller de emprendimiento, y de la Fundación TIC, dependiente de la Diputación Provincial de Lugo y que lleva a cabo actividades dirigidas al fomento de la educación, investigación y al desarrollo de las TIC.