Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) han explorado cómo colabora un tipo de célula fundamental en la respuesta inmunitaria, los linfocitos T CD8+ de memoria, para generar mayor actividad antitumoral. En concreto, los investigadores han visto que para producir una respuesta inmunitaria óptima frente al cáncer hace falta la colaboración entre dos tipos de ‘memoria inmunitaria’, circulante en sangre y residente en tejidos, que se pueden reactivar con los tratamientos actuales de inmunoterapia. Estos resultados, que se publican hoy en Nature Communications, podrían servir para mejorar las estrategias actuales de inmunoterapia del cáncer, con especial interés en la prevención de la metástasis (diseminación del tumor a otros órganos distintos del lugar donde se originó).
La inmunoterapia, el uso del propio sistema inmunitario para luchar contra el cáncer, está revolucionando el tratamiento de esta enfermedad. De hecho, fue elegida por la prestigiosa revista científica Science como el mayor avance científico del año 2013.
“El cáncer escapa al control del sistema inmunitario porque los linfocitos T citotóxicos que podrían reconocer y eliminar células tumorales se encuentran inhibidos”, comenta David Sancho, líder del grupo de trabajo donde se ha desarrollado este descubrimiento. “La inmunoterapia actual – continúa el investigador – se basa en reactivar dichos linfocitos T; sin embargo, no se conoce bien cómo se pueden generar estos linfocitos T citotóxicos de manera más efectiva y, en particular, cómo se puede desencadenar memoria inmunitaria que permita prevenir el desarrollo de un tumor o de metástasis”.
Usando distintos métodos de vacunación, los investigadores del CNIC han generado linfocitos T citotóxicos de memoria específica contra el tumor. Así, dependiendo del método de vacunación se pueden obtener linfocitos T de memoria que circulan entre la sangre y los tejidos, o linfocitos T de memoria que residen en los tejidos y no recirculan.
Los linfocitos citotóxicos de memoria residente en tejidos, aclaran los científicos, son más eficientes en la lucha contra reinfecciones virales, pero su contribución a la inmunidad antitumoral se desconocía hasta ahora. “En este estudio -comenta Michel Enamorado, primer autor de la publicación- hemos comparado la eficiencia en inmunidad antitumoral de ambos tipos de memoria de linfocitos T, circulante y residente. Y hemos encontrado que existe una colaboración entre ambos tipos de memoria con el fin de obtener una óptima respuesta. La memoria residente genera un estado de alerta que atrae y reactiva a la memoria circulante, de manera que la respuesta inmunitaria es más rápida y efectiva”.
La inmunoterapia del cáncer no solo representa un tratamiento que puede ser efectivo para rechazar tumores primarios, sino que sobre todo será fundamental para impedir el desarrollo de metástasis tras la resección del tumor primario.
Noticia publicada por la agencia SINC:
Hallan nuevas claves para optimizar la inmunoterapia del cáncer
Artículo referenciado:
Enamorado M, Iborra S, Priego E, Cueto FJ, Quintana JA, Martínez-Cano S, Mejías-Pérez E, Esteban M, Melero I, Hidalgo A and Sancho D. Enhanced anti-tumor immunity requires the interplay between resident and circulating memory CD8+ T cells. Nat. Commun. 8,16073 doi: 10.1038/ncomms16073 (2017).