Francisco Ciruela, investigador de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, ha liderado el desarrollo del MRS7145, un fotofármaco para tratar el párkinson. Los resultados se han publicado en la revista Journal of Controlled Release.
El párkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más común después del alzhéimer, y afecta a más del 1% de la población. La acción de los fármacos convencionales está limitada a menudo por varios factores, como la falta de especificidad espacial, distribución lenta e imprecisa, que pueden reducir su eficacia terapéutica.
La optofarmacología, utilizada en el nuevo compuesto, se basa en el uso de la luz con una determinada longitud de onda para controlar la actividad de los medicamentos.Los fármacos fotosensibles pueden actuar con mayor precisión espacial y temporal, y sin generar efectos perjudiciales en el organismo. “Una precisión espaciotemporal más fina permitirá manipular los circuitos neuronales con más detalle y establecer su funcionamiento con fines terapéuticos y neuroprotectores”, destaca Ciruela.
Aunque la aplicación clínica de este fotofármaco en pacientes es un hito aún lejano, esta innovación farmacológica podría abrir camino a la investigación de nuevas soluciones terapéuticas contra esta patología crónica, según los autores.
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Referencia bibliográfica: J. Taura, E. G. Nolen, G. Cabré, J. Hernando, L. Squarcialupi, M. López-Cano, K.A. Jacobson, V. Fernández-Dueñas, F. Ciruela. “Remote control of movement disorders using a photoactivable adenosine A2A receptor antagonist”. Journal of Controlled Release 283 (2018). Mayo de 2018. Doi: 10.1016/j.jconrel.2018.05.033